Los lácteos son una excelente fuente de calcio, esencial para la salud ósea y dental. También aportan proteínas de alta calidad, vitaminas del grupo B y otros nutrientes importantes. Además, algunos estudios sugieren que el consumo regular de lácteos puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y osteoporosis.

Sí, la avena puede ser un gran aliado para perder peso. Su alto contenido en fibra te hace sentir lleno por más tiempo, lo que ayuda a controlar el apetito y a reducir la ingesta calórica. Además, la avena ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre, evitando los picos de insulina que pueden conducir al almacenamiento de grasa.

Existen varios tipos de avena, como la avena integral, hojuelas de avena, harina de avena y avena instantánea. Cada una tiene diferentes propiedades y usos. La avena integral es la más nutritiva, ya que conserva el salvado y el germen, que son las partes más ricas en fibra y nutrientes. Sin embargo, la mejor opción dependerá de tus preferencias personales y de la receta que quieras preparar.

Sí, existen muchas opciones para personas con intolerancia a la lactosa. Puedes encontrar leche sin lactosa, yogurts bajos en lactosa y quesos duros que contienen muy poca lactosa. Además, hay alternativas vegetales como la leche de soja, de almendras o de avena, que pueden ser una buena opción.