Los lácteos han sido objeto de muchos mitos y controversias. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que los lácteos son una parte importante de una dieta equilibrada y saludable. El calcio contenido en los lácteos es esencial para la salud ósea, especialmente durante la infancia y la adolescencia. Además, los lácteos son una buena fuente de proteínas de alta calidad, vitaminas del grupo B y otros nutrientes esenciales.
Es cierto que algunas personas pueden tener intolerancia a la lactosa, la azúcar natural de la leche. Sin embargo, existen muchas opciones de lácteos sin lactosa o alternativas vegetales enriquecidas con calcio y vitamina D. Si tienes dudas sobre el consumo de lácteos, es recomendable consultar a un profesional de la salud.
A pesar de los beneficios de los lácteos, algunas personas pueden experimentar molestias digestivas después de consumirlos. Esto puede deberse a la intolerancia a la lactosa, una enzima necesaria para digerir el azúcar de la leche. Sin embargo, existen muchas opciones de lácteos sin lactosa o bajos en lactosa en el mercado, como la leche de vaca sin lactosa, la leche de cabra y la leche de oveja. Además, las personas con alergia a la proteína de la leche de vaca pueden encontrar alternativas en productos vegetales como la leche de almendras, de soja o de arroz.